El suyo es un blog de reflexión sobre el mundo de la educación. ¿Cuál fue el detonante para que comenzara a escribirlo?

Salvador Rodríguez: Curiosamente no fue idea mía. Laura, mi mujer, cansada de escuchar mis continuas quejas sobre la forma de educar en el mundo actual, me animó a que plasmara mis ideas en un blog. Al principio, lo escribía solo para mí, para poner en orden mis opiniones, experiencias, recursos… pero, con el tiempo, el blog empezó a recibir cada vez más visitas y comentarios, y me di cuenta de que otras personas estaban interesadas en lo que escribo.

Es muy crítico con la educación actual. Incluso le ha escrito una “carta de (des)amor”. ¿Qué haría falta para que volviera a enamorarle la educación? ¿Qué debe cambiar en el mundo educativo?

En realidad nunca he dejado de quererla. Aunque es cierto que nuestra relación ha pasado por momentos difíciles, porque le cuesta cambiar, adaptarse a las necesidades reales del mundo actual. Pero yo no la quiero por lo que es, sino por lo que puede llegar a ser.

La educación debe tener la innovación como razón de ser. No le pido que cambie por cambiar sino para que se adapte de manera más rápida y eficaz  a las nuevas necesidades de las personas y de la sociedad. Para ello, la educación debe ser colaborativa, inclusiva, disruptiva, emotiva… debe situar a las personas como elemento central, no a los contenidos.

¿Qué pueden hacer los profesores para dar un paso adelante?

Recuperar su autoestima. Recordar que son los embajadores de la herramienta más eficaz para cambiar el mundo: la educación. Les pediría que no pierdan el entusiasmo, a pesar de las dificultades; les diría que en los malos momentos hagan un ejercicio de introspección y recuerden por qué empezaron a dedicarse a la docencia.

También les pediría que no olviden nunca que la mejor forma de enseñar es no dejar de aprender nunca. El buen profesor es el que combina adecuadamente entusiasmo y formación.

¿Cómo cree que pueden contribuir nuevas metodologías como la flipped classroom (pedagogía inversa) o el trabajo por proyectos a cambiar la educación?

Bien empleadas estas metodologías, que en realidad no son tan nuevas, deben tener un papel muy importante en la mejora de la educación en nuestras escuelas. Pero todo en su justa medida, porque ni hay que romper con absolutamente todo lo anterior, ni cualquier tiempo pasado fue mejor.

En mi opinión, en nuestras escuelas pueden (y deben) convivir en armonía distintas metodologías. Se trata de utilizar en cada momento la metodología adecuada para conseguir nuestro objetivo.

¿Y las TIC? ¿Qué papel les otorga?

Fundamental. La incorporación de las TIC es inevitable y es una pérdida de tiempo y esfuerzo luchar contra ello. Pero las TIC son un medio y no un fin, facilitan el acceso y la transmisión de la información, el trabajo colaborativo y posibilitan como nunca hasta ahora la personalización del aprendizaje.

Las TIC derriban los muros de las aulas y las abren al mundo. No podemos perder las oportunidades que nos brindan.

¿Qué cosas mantendría de la educación tradicional?

Creo que esa pregunta debería planteársela todo docente. Cada uno debe mantener aquello que sabe que le funciona de verdad. En mi caso, mantendría sin duda la lectura de libros de papel y escribir a mano en un cuaderno de papel, que deberían convivir con las tablets y los ordenadores. Pero que cada uno conserve lo que sabe que realmente le sirve para educar a sus alumnos, sin prejuicios ni modas.

¿Es la curiosidad el motor del aprendizaje?

La curiosidad es inherente al ser humano. Hemos evolucionado como especie, y seguimos haciéndolo, porque alguien tuvo la curiosidad necesaria para probar algo nuevo. Desde su nacimiento, los niños sienten la necesidad de explorar el mundo, de buscar respuestas. Lo extraño es que la escuela actual, exceptuando algunas aulas de educación infantil, no sea  capaz de utilizar ese impulso natural de las personas. En nuestras escuelas se enseña por “obligación”, no para satisfacer la curiosidad de los alumnos… una lástima.

¿Qué  importancia da al carácter emprendedor como valor básico de la educación del siglo XXI? ¿Qué significa el emprendimiento en la educación?

Empezaré respondiendo la segunda pregunta. El emprendimiento en educación es la transmisión de valores y el desarrollo de destrezas que permiten a las personas ser autónomas y capaces de abordar cualquier proyecto, ya sea escolar, laboral, vital… Entendido así, el emprendimiento tiene un papel muy importante en la educación actual.

Cuando el emprendimiento se mezcla con aspectos relacionados con la economía, la creación de empresas… ya no estoy tan seguro de su importancia.

¿Cuáles son sus autores de cabecera en el mundo de la educación? ¿A qué expertos o profesores recomienda seguir en las redes?

Ken Robinson, Richard Gerver, Howard Gardner, Tony Wagner, Francesco Tonucci, José Antonio Marina… son imprescindibles en mi formación y en mi manera de entender la educación.

En las redes tengo por norma seguir a cualquier docente, a cualquier persona interesada en la educación que tenga ganas de compartir, de intercambiar experiencias y opiniones: si están ahí es porque tienen algo que aportar. Si diera unos pocos nombres, cometería la injusticia de olvidar a alguien…

¿Qué tres libros sobre educación recomendaría a los profesores?

Escuelas creativas de Ken Robinson, Cómo triunfan los niños de Paul Tough y La nueva educación de César Bona. Los tres libros demuestran que otra manera de educar no solo es posible, sino necesaria.

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